¿Qué es una dirección IP?, en simple:
Imagina que Internet es una gigantesca ciudad digital, donde cada dispositivo —tu computadora, teléfono o Smart TV— es una casa. Para recibir cartas, visitas o paquetes digitales, necesitas una dirección única. Esa es tu dirección IP.
La IP (Internet Protocol) no es solo un número técnico: es tu huella digital en la red, el código que te representa cada vez que navegas, haces clic o ves un video. Con solo conocer tu IP, un sitio web puede saber desde dónde te conectas, quién te provee Internet y hasta limitar lo que puedes ver según tu ubicación geográfica.
Tu dirección IP pública te identifica frente al mundo. Como una placa patente en la autopista de la información, revela detalles que quizás no sabías que estabas compartiendo: tu país, ciudad, y proveedor de Internet. Es la llave de entrada a tus hábitos de navegación y un punto vulnerable si no usas una conexión segura.
Por eso, proteger tu IP es proteger tu identidad digital. Una VPN oculta esa dirección, te permite navegar de forma privada, evita bloqueos regionales y te da la libertad de moverte por Internet sin dejar un rastro claro. Porque si alguien conoce tu dirección IP... también podría conocer mucho más de lo que imaginas.
Protégete con VPN